CUESTIÓN DE PEZONES

  Publicado en El Plural el 12 de julio de 2013

Hombres y mujeres tenemos pezones.

El pezón humano es una protuberancia pequeña que se encuentra sobre las mamas o pectorales rodeada de un área de piel más oscura conocida como areola. La mayoría de las personas, tanto hombres como mujeres, tenemos dos pezones situados en el centro de la mama. Algunas personas poseen más de dos, pero no es lo habitual. No obstante, si miramos lo que ocurre en la naturaleza, podemos decir que somos una especie con pocos pezones; de hecho, somos los mamíferos que tiene menos, la mayoría tiene 3 o 4 pares.

En la areola, alrededor del pezón, a los hombres y a las mujeres nos pueden salir algunos pelos, aunque las mujeres nos los quitamos y resulta muy raro ver un pezón femenino con pelos (ya se sabe que las mujeres no tenemos pelos en el cuerpo). En todo caso, los pezones de hombres y mujeres son casi iguales a la vista y al tacto, y funcionan de la misma o muy parecida manera para muchas cosas.

La zona del pezón y de la areola es una importante zona erógena para los hombres y para las mujeres porque está surcada de nervios muy sensibles a ciertos estímulos. A muchos hombres y a muchas mujeres nos excita que, en el curso de un encuentro sexual, nos toquen, acaricien, chupen, laman o muerdan los pezones. En esta situación los pezones de los hombres y de las mujeres se hinchan, se endurecen y se yerguen. A veces, no obstante, los pezones de los hombres y de las mujeres se ponen erectos por su cuenta, por el frío, por ejemplo, porque algo les roza o por cualquier otra sensación física o incluso psicológica, como el miedo. En estos casos los pezones actúan como de la misma manera que eso que llamamos “piel de gallina”.

Hombres y mujeres tenemos pezones, muy parecidos o incluso iguales, pero socialmente sólo las mujeres tenemos pezones. Incluso lingüísticamente sólo las mujeres tenemos pezones. Sin ir más lejos, basta leer la definición que ofrecen algunos diccionarios para esta parte del cuerpo para darnos cuenta de que “pezón” es “pezón femenino”, ya que sólo se define en relación al acto de lactar.

Por ejemplo, en The free dictionary, pezón es: “Parte que sobresale más en los pechos de las hembras de los mamíferos, rodeada por una pequeña zona circular de color rosado, de donde maman las crías”; el diccionario de la RAE lo define más o menos igual, como la parte de la mama que sirve para alimentar a los bebés. Así que para los diccionarios, los hombres no tienen pezones. Esa debe ser la razón de que ellos los puedan enseñar y nosotras no; que lo de ellos no es, en realidad, un pezón, sino sólo un espejismo; donde creemos que hay un pezón, no hay nada.

Cuestión de anatomía no es, porque la anatomía del pezón de mujeres y hombres es también muy parecida y ambos están compuestos por surcos o conductos lactíferos dispuestos cilíndricamente alrededor de la punta. El objetivo fisiológico de los pezones es que el bebé pueda mamar, alimentarse de la leche producida en las glándulas mamarias de las mujeres durante la lactancia. Es una diferencia importante, pero no esencial. La realidad es que muchas mujeres no dan nunca de mamar, ni ahora ni siquiera históricamente. Y, por si fuera poco, el pezón de los hombres tiene los mismos conductos lactíferos que el de las mujeres: 15 o 20 que se disponen cilíndricamente alrededor de la punta y por los que sale la leche cuando el bebé mama.


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