Reseña de Iñaki Urdanibia en Kaosenlared
31 de agosto de 2025
¿El oficio más antiguo…?
Por Iñaki Urdanibia
He leído recientemente un par de obras acerca del consentimiento (El sentido del consentir de Clara Serra y Du consentement de Geneviève Fraisse / por el libro nombrado en primer lugar me entero de que hay traducción del segundo en la editorial chilena Palinodia: Del consentimiento ) en las que, de uno u otro modo, se trataba, entre otros muchos temas, a la prostitución como servicio sexual, equiparándola con otros trabajos de servicios como secretarias o trabajadoras de supermercado, subrayando los supuestos puntos en común (es mucho suponer y equiparar), poniendo el acento en que no se venden los cuerpos sino que se alquilan, dándose un contrato entre las dos partes -la que alquila su cuerpo y el que se sirve de tal-, dándose pues un consentimiento por parte de la prostituta y el acuerdo por parte del putero. Según estas feministas que tratan a las abolicionistas como contagiadas por los reaccionarios moralistas del otro lado del charco, proponen que para que la prostitutas hagan su trabajo han de darse dos condiciones: que no exista proxeneta y que tampoco se dé coacción de ningún tipo; suman a su propuesta, que se otorguen unos derechos sociales y la posibilidad de crear sindicatos, etc. El acento queda puesto en el consentimiento, como muestra de libre elección…obviando la realidad que hace que salte a la vista que las mujeres que se dedican a esa actividad generalmente lo hacen forzadas: menores de edad, migrantes, pobres y en mucho casos racializadas, lo que hace que las argumentaciones de las recién nombradas se apoyen en las voces, minoritarias, de las que tienen voz para decir que sí quieren ejercer dicha actividad, optando libremente por su ejercicio. Así, parece que todo sea cuestión de una decisión individual: quiero / no quiero, ajena a cualquier imposición, necesidad perentoria, etc. ¡Ay libertad, libertad,…!
Otra visión es la que ofrece Beatriz Gimeno en su contundente libro de contundente título: «Alegato contra la prostitución. Razón y emoción», publicado por Los Libros de la Catarata. No es el primer libro que la escritora, activista y política feminista aborda el tema de la prostitución. En las páginas preliminares la autora pone las cartas encima de la mesa, al confesar que le parece necesario ponerse en la posición del otro, para ver sus argumentos, huyendo de visiones preconcebidas e inalterables, al tiempo que señala que no tiene unas ideas fijas, y de una vez por todas, sino que con el paso del tiempo, los debates y otras lecturas, hacen que sus ideas, puedan resultar cambiantes, lo que no quita que hay algunas posturas y argumentaciones, realmente contundentes, que defiende a lo largo de la obra: el mercado sexual está basado en la desigualdad y en el privilegio masculino.; así pues, si se defiende la igualdad no se puede pasar por alto lo recién indicado…La labor es amplia y más allá de las leyes, es necesario emprender una tarea de deslegitimación, con el fin de r¡erosionar las ideas hegemónicas que hoy imperan con respecto a la prostitución. El impulso a la hora de escribir esta obra lo relaciona con un hecho que aun pudiendo antojarse anecdótico, resulta significativo: en marzo de 2023 se puso en marcha en México la denominada Internacional Feminista, se señalaba con tino que la violencia recaía sobre el cuerpo de las mujeres incidiendo en los aires antirracistas y anticolonialistas, al tiempo que anticapitalistas…acerca de la venta de los cuerpos por parte de las mujeres o sobre los vientres de alquiler, como paradigma de la violencia sobre los cuerpos femeninos, las reunidas…ni pío. Le duele a Beatriz Gimeno la postura que desde la izquierda no relaciona la prostitución con el patriarcado ni con el neoliberalismo, habiendo olvidado la tradición abolicionista de figuras como Alexandra Kollontai, Clara Zetkin, Emma Goldman, Mujeres Libres o Federica Montseny. Deriva la autora por la lógica capitalista que aplicada al caso supone que el proxeneta es el patrón y llama a mantener la misma lucha anticapitalista y anti-patriarcal cuando se opina sobre el tema de la institución prostitucional. Cualquier mirada mínimamente cabal sobre el mercado sexual hace que se vea que en la mayor parte de los casos quienes se dedican a vender sus servicios sexuales muestra que están obligadas por la pobreza y coaccionadas…esto hace que las cifras canten sobre una gran parte de mujeres, entre las señaladas, que desearían que desapareciese, siendo una minoría la que elogian tal actividad(son las que tienen voz y las que empujadas por los proxenetas airean las maravillas de la prostitución por tierra mar y aire -sobre todo por abiertas y acogedoras pantallas-, subrayando que es un ejercicio de libertad y de consentimiento)…subraya también las diferentes varas de medir que aplican algunas feministas que al criticar la familia, el amor romántico o la maternidad, usan sus dardos contra el patriarcado, etc., no aplicando tales críticas al hablar del sistema de prostitución.
Además de la plusvalía que algunos obtienen, hay otros aspectos que quedan señalados que son consecuencia de la prostitución: el asentamiento de subjetividades misóginas, que se practican por los puteros, como forma de dominio, lo que hace, por otra parte, que a nadie en su sano juicio, a no ser que sea un putero o que simpatice con la visión, falócrata, que éstos expresan, no se le ocurriría poner como modelo a seguir la mentalidad y la práctica puteras; ejemplos al apoyo, se ofrecen sobre las hazañas que cuentan y las virtudes sobre su actividad son que se campanean algunas voces puteras que narran el gran gozo que ellos, con su potencia, provocan en las putas…unas guarras a las que les devora el deseo (¡glup!).
Aun a riesgo de repetirme, los contundentes argumentos abundan, y la caracterización de la prostitución como institución resulta impecable…busca, por otra parte, la autora apoyos en Bourdieu y se refiere a la visión antropológica de Claude Lévi-Strauss sobre el intercambio de mujeres, concluyendo que más que intercambio lo que los hombres hacen es ensalzarse a sí mismos, a su superioridad, ya que se gustan a sí mismos. El uso del término de “pública” al referirse a las prostitutas, denota la idea de que las mujeres son propiedad de todos los hombres, ya que cualquiera de entre ellos puede disfrutar del sexo femenino a precios asequibles, según la capacidad monetaria de cada cual.
Ya desde niños se transmite en los niños, masculinos, la idea de que la sexualidad fogosa les corresponde a ellos frente a las niñas que son más recatadas…además de imprimirse ciertos criterios jerárquicos, que ponen por encima a los hombres y abajo a las mujeres ( me viene a la mente aquello que dijese Alí el cuñado del profeta, de que cuando Alá creó la sexualidad, entregó nueva partes a la mujer y una al hombre…lo que hace que se haya de mantener a raya a las mujeres…idea que otras religiones difunden igualmente: Eva fue la tentadora…)…los caos y las ideas se despliegan a cada página que se pasa, y así se saca a relucir la distinción entre putas buenas y malas, siendo las primeras las que se muestran sumisas, mientras que las segundas son aquellas que denuncian la explotación de sus cuerpos que supone el que ha solido definir como el oficio más antiguo del mundo. No faltan tampoco las cifras en lo que hace a la inclusión de la prostitución en la industria del entretenimiento, con las grandes sumas que se dedican a tal por parte de grandes empresas, con el apoyo legal de instituciones como el BM o el FMI, OIT…macro-negocios que amplían sus ingresos al organizar las redes con motivos de eventos y reuniones internacionales, dándose una relación, como la existente en los vasos comunicantes, entre tales congresos y el número de prostitutas en la zona. Cifras son ofrecidas sobre la relación entre pobreza y prostitución con casa extremos de raptos, menores como mercancía, o el turismo sexual…el caso de La Junquera clama al cielo en lo que hace a la magnitud de los burdeles y similares. Se dan a conocer diferentes legislaciones (Alemania o Suecia) y se muestra la correlación no tanto en el descenso de la prostitución, pero sí en lo que hace a las valoraciones que las encuestas señalan en descenso con respecto a tal práctica. Y…la misoginia reforzada por la ideología de puti-club y de la clientela…en busca de diversión, de entretenimiento y supuesta transgresión, de gozo y la copla de que es una necesidad psicológica para algunos. No faltan tampoco atinadas ideas acerca de la falacia de las regulaciones y otras yerbas, que en el fondo, y en la forma, no hacen sino reforzar el sistema de prostitución… a lo más, convirtiendo al Estado en proxeneta.
Y los dardos certeros, reitero, frente a quienes venden el ejercicio de la prostitución como ejemplo de libertad y de consentimiento…obviando las subjetividades femeninas destrozadas, y las vidas familiares…En fin, que ninguna puta querría para sus hijas tal destino, del mismo modo que ningún hombre, supongo, quisiera que sus hijas ejercieran dicho oficio…
Aislar, controlar, encerrar
De bien distinto signo y enfoque resulta el libro de Enric Olartecoechea y Coral Cuadrada, publicado por Icaria:«El Estado contra Eva. Los orígenes puteros del Estado moderno». La obra hurga en la historia y traza una genealogía acerca de los recintos en que se aislaba a las mujeres estigmatizadas por sus nada recomendables hábitos, los cambios de éstos que se dieron a lo largo de los años, acompañados de las adecuaciones normativas: desde conventos, a locales puestos a disposición por diferentes municipalidades, en un camino que fue ampliando el dominio sobre este tipo de instituciones a los poderes públicos, culminando en la implicación y dominio del Estado en la reglamentación de tales menesteres.
El libro echa una mirada a los modos de clasificación de las mujeres según sus modos de vida y costumbres con la creación de identidades inhabitables, de prostitutas y otras gentes hors norme. Trata igualmente de las diferentes formas de encierro y / o aislamiento de las mujeres que no eran ejemplares, para separarlas de las buenas y ejemplares, para evitar el contagio, incidiendo igualmente en estas disposiciones como formas de experimentación acerca del tratamiento de dichas mujeres, que servían además de contra-ejemplo, a la vez que reforzaban la imagen de la mujer como subordinada al hombre, siendo a la vez este libro, una historia de los cambios en las modalidades de reclusión y separación, historia que avanza desde las mancebías y hostales puestas en marcha en el el siglo XIV, bajo el mando de manos privadas y también públicas, siendo utilizadas con fines de explotación y de subordinación. Más tarde, en el siglo XVI, se instaurarían las casas de arrepentidas con el pretendido fin de corregir y enderezar de conductas, lo que iba acompañado con la explotación, al tiempo que era prohibida la prostitución, lo que suponía poner en marcha formas de experimentación de cara a la domesticación de las mujeres díscolas; sistema que reforzaba la violencia patriarcal correctiva. Las casas galeras, tomaron el relevo en el XVII, que servían como correctoras de conductas, coincidiendo en el tiempo con la generalización del encarcelamiento masculino en el siglo siguiente, XVIII. Varias son las mujeres responsables y guías, modelos, de tales instituciones de penitencia y arrepentimiento, de quienes se ofrecen retratos de sus personas y sus pensamientos y prácticas: María Magdalena, a la que seguirán María Egipcíaca, o Magdalena de san Jerónimo, dándose con ella el paso de las casas correctivas, para adúlteras y otras, a la organización carcelaria..con este rastreo, que realmente resulta detallado en lo que hace a fechas, reglamentaciones y otras yerbas, se va filtrando la lucha de las mujeres, feministas, contar el estado moderno como ficción igualitaria. Lo dicho no supone que solamente se abarque la historia del Estado español, sino que no faltan las miradas a otros lares, y a los dispositivos similares de subordinación, explotación, aislamiento y encierro: así desde Grecia o Mesopotamia,, vemos las disposiciones que ya se daban en Roma, y visitas al otros lado del charco, latinoamericano, e igualmente se ve el peso de las religiones en este terreno. Destacable resulta, muchas cosas lo resultan, que a los responsables de algunos de estos centros se les conociese como padres…lo que deja ver la relación entre autoridad familiar, institucional y estatal.
Por las páginas desfilan prostitutas, adúlteras, esclavas, negras y caracterizaciones ligadas con la pretendida limpieza de sangre, y las normas de los vestidos y uniformes obligados, asoman también los comportamientos indebidos de los funcionarios, clérigos y demás abusando de sus puestos para beneficiarse de las mujeres recluidas…espacio se dedica a las enfermedades venéreas, y en concreto a la sífilis que en cuanto en su denominación dependiendo de distintos países da una muestra de nacionalismo descarado: así en España e Inglaterra se conocía dicha enfermedad como morbo gálico o mal francés, mientras que en Francia se conocía como morbo italiano, en Italia y Alemania como morbo francés, en Portugal y lo que hoy son los Países Bajos como enfermedad española.. .La medicina tomaba cartas en el asunto de cara a velar por la salud de las mujeres, y en un acto de absoluta discriminación- otra más- a los clientes no se les sometía a revisiones como a las mujeres. La visita a esos purgatorios no ahorra detalles, ni geografías: Valencia, Barcelona, Valladolid, y…monjas, santoral al canto, y un martirologio en acto….y planeando el autor de Vigilar y castigar, y sus análisis cobre la sociedad disciplinaria, el biopoder, etc., etc., etc.
Un trabajo ejemplar en lo que hace al rigor y la documentación (sin obviar las ilustraciones que muestra planos de diferentes instituciones, escenas de burdel y algunas de las mujeres ejemplares que desfilan por la obra), que sirve no para conocer el pasado, que también, sino que muestra la génesis y el desarrollo de la construcción de las verdades que rigen en lo referente a la colonización de los cuerpos femeninos y la base de la colonización de territorios no europeos en la creación del Estado moderno.
El libro se completa con una amplia bibliografía y una tabla de las veinte imágenes que lo ilustran y con un Epílogo en el que Mercè Sanchís Manich nos regala un retazo de su vida…donde narra algunos descubrimientos, de expresiones que parecían ocultar significados secretos, y los años de formación de su persona.
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