INTEGRISTAS CATÓLICOS FUERA DE MI BLOG

Publicado en El Plural el 22 de agosto de 2011



 Este es un post sobre mis post. Hace tiempo que me venía rondando la cabeza la idea de escribirlo pero el artículo escrito por Maruja Torres en El País el 21 de agosto: http://bit.ly/q7X5ns, me decidió. 

La derecha religiosa está tan acostumbrada a tenerlo todo, que no se conforma con menos. Están tan acostumbrados a imponer, que no comprenden lo que es la negociación desde posiciones de igualdad, están tan aleccionados sobre la necesidad de no ceder un milímetro, que todos ellos saben que es su obligación ocupar siempre todos los espacios posibles. Si pueden usan la prepotencia, la intimidación o la amenaza, si no pueden usan el victimismo. Aunque llevan siglos siendo el poder, aunque llevan siglos oprimiendo y decidiendo, aunque tienen capacidad para cambiar leyes, para decidir políticas; aunque son adalides en la vulneración de derechos humanos, siempre son los suyos los vulnerados; aunque son antidemócratas, esgrimen la democracia y la exigen para sí, excepto cuando son mayoría, que entonces se la niegan a las minorías; aunque tienen muchísimo dinero, muchísimo poder…son unas víctimas.

En fin, no voy a insistir en eso, es de sobra conocido, es su estrategia. Pero ésta estrategia resulta muy evidente en cuanto se tiene un medio de expresión, como un blog, o la posibilidad de escribir en medios de comunicación. Basta mirar cualquier medio de comunicación por Internet y leer los comentarios a cualquier artículo progresista. Es una situación que roza el esperpento trágico. Resulta que miles de personas se dedican a entrar en páginas y blogs normales, progresistas, donde se vierten opiniones que no tienen nada que ver con ellos ni con su ideología, pero que son opiniones razonadas y tranquilas, para insultar o amenazar, sin más. Creo que es una estrategia de amedrentamiento general, de no dejar ningún espacio libre.

Y una no puede dejar de preguntarse qué tipo de rencor espantoso, que tipo de rabia es esa que les hace pasarse las mañanas buscando opiniones contrarias a las suyas para babear los insultos más zafios que se le puede ocurrir a nadie. Asustando,  y no por sus insultos, sino por la cantidad de personas dispuestas a sacar lo peor del ser humano que andan sueltas y apenas contenidas.

Esto tiene que ver con mi blog. En cuanto escribo algún artículo contra la religión, recibo quejas de católicos.. Mientras que los artículos que escribo en El Plural sacan de ellos una especie de bilis ininteligible en su violencia y estupidez, los que me escriben al blog son del otro tipo, el tipo víctima. Como saben que aquí soy yo la que controlo qué se publica y qué no, sabiendo entonces que no tienen ninguna posibilidad de ser publicados si profieren insultos, me preguntan muy dolidos: “¿qué te hemos hecho los católicos?”, “¿cómo es que nos tienes tanta manía?” etc. Alguna de estas opiniones he publicado pero a veces, harta de plañideros idiotas, no lo hago. Entonces me mandan un segundo mensaje en el que invariablemente me dicen que añoro vivir en una dictadura comunista. Si entro al trapo –cosa que he hecho a veces- vuelven al victimismo. Si no lo hago y borro su opinión, entonces viene un tercer mensaje, este sí ya lleno de insultos.

Mi blog no es un servicio público ni tiene esa vocación. Mi blog es el lugar en el que publico mi opinión y en el que debato a veces con personas sensatas, educadas, inteligentes. Admito discrepancias siempre que sean lógicas y de hecho alguna opinión que me ha dolido he publicado, procuro ser honesta en ese sentido. Pero mi blog es un espacio de lucha también en el que procuro, en la medida de mis pocas posibilidades, contribuir a cambiar un estado de cosas que no me gustan. Y una de ellas es el poder dela Iglesia Católica y el incumplimiento dela Constitución en materia de laicidad. Mi blog no es imparcial, ni está al servicio de todo el mundo, sino de una determinada visión del mundo. Y no porque niegue yo que existan otras visiones (algunas legítimas, otras no) sino porque, en todo caso,  estas otras visiones tienen sus propios espacios para transmitir lo que quieran.

Así que este es un aviso a católicos furiosos: no voy a publicar vuestras opiniones considero que no aportan nada, no descubren nada nuevo y ni siquiera son inteligentes. Los defensores de los papistas pueden irse a sus blogs a escribir lo que quieran que yo no entro a mirar lo que dicen. Es más, siempre lo he dicho y aun en contra de la opinión de mucha gente cercana: tienen derecho incluso a decir barbaridades. La mayoría de las barbaridades están amparadas por la libertad de expresión, pero no en mi blog.


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